Comenzando a analizar el juego, BioShock infinite trata de impactar tanto como el primer BioShock y evitando "decepcionar" como ocurrió con el segundo de la saga. Para ello, se renueva totalmente con nuevos personajes, nueva ciudad, nueva historia y nueva ambientación.
Somos Booker DeWitt, un detective ahogado por las deudas que es "contratado" para rescatar a una joven mujer, Elisabeth, que está prisionera en una torre. Para ello, Booker se ve obligado a acudir a un faro donde comienza su aventura, en el cuál viviremos (en claro guiño al primer BioShock) la llegada a Columbia. Por que si, este BioShock deja las húmedas paredes del fondo submarino de Rapture y nos sitúa en una ciudad alojada en el cielo, ambientada en el año 1912.
Columbia es una ciudad en guerra debido a las fuertes creencias ideológicas: por una parte están los patriotas, que apoyan al líder de la ciudad, Zachary Comstock, y por otro los Vox Populi, un grupo minoritario que quiere la revolución.
Como todos los Bioshock, este Infinite nos trae lo mismo que sus predecesores: una ciudad distópica, una ambientación muy cuidada, una guerra civil, unos ideales, una IA muy trabajada, unos poderes... En este caso, los poderes no serán los plásmidos de Rapture, sino que se llamarán Vigores (que vienen a ser lo mismo). Pero de las principales novedades en lo que a mecánica de juego se refiere es la lucha en los raíles, algo muy útil si nos vemos limitados de vida para huir rápidamente o crear emboscadas desde las alturas. Sin duda es un recurso interesante a la hora de los combates.
Lo que sin duda hace de este BioShock único es el personaje de Elisabeth, que tiene un misterioso poder que nos permite abrir brechas espacio-temporales y obtener objetos que no podríamos obtener en nuestro mundo. Además de eso, nos servirá de apoyo durante las batallas, ofreciéndonos botiquines, sales (para poder usar los vígores), o munición. Incluso sabe cuidar de ella misma, por lo que no es de las típicas chicas inútiles que tengamos que estar constantemente pendiente de ella, algo que se agradece.
En definitiva, BioShock Infinite es un juegazo, que bien no impacta tanto como el primero y en determinados momentos podrás echar de menos Rapture, su ambientación, los Big Daddys (anque aquí tenemos a SongBird), Andrew Ryan... Pero que sin duda disfrutaremos como el gran juego que es. Si sabemos apreciar su historia (y su sorprendente final), explotamos si jugabilidad y conseguimos olvidarnos de su predecesor para dejar a un margen las comparativas, será uno de los mejores juegos que tengamos en esta generación.
+ La ciudad de Columbia.
+ La trama y el doblaje (en español), sublime.
+ La trama y el doblaje (en español), sublime.
- Ausencia de jefazos estilo "Big Daddy".
- Es inevitable compararlo con el BioShock original.
- Es inevitable compararlo con el BioShock original.
NOTA: 10
Esta saga es la mejor! Me gusta mas Columbia que Rapture.
ResponderEliminarGran analisis brother
Hola Dave!!
ResponderEliminarEstaba esperando a que saliera este juego aquí porque tenía muchas ganas de comentarlo y porque pedazo juego se merece un espacio en tu blog ^^
Todos tenemos que reconocer que el Bioshock es una saga de las buenas y que todos son juegazos y el que pudieran innovar con tanto éxito es algo que merece ser destacado.
Yo personalmente me quedo con Rapture por su ambientación, porque allí empezó todo y porque me gustó más todo lo que ocurrió allí. Pero eso no quiere decir que Columbia no me guste porque me gusta, ya que el juego es entretenido, tiene una buena historia y sigue un poquillo la línea de los primeros.
Sin duda uno de los juegos del año para cualquier gamer!!
Siento haberlos comparado los dos pero es que me sentía obligada a hacerlo xD
Besitos Dave y un muy buen análisis!! <3